Más allá de los cuidados básicos de un vehículo, como realizar los cambios de aceites en tiempo y forma, hacerle los service cada 10.000 kms, usar el combustible adecuado de acuerdo a octanaje que solicita fábrica y hasta lavarlo con frecuencia, existen varios puntos que debes tener en cuenta para no dañar tu vehículo.
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Apoyar el pie en el embrague cuando no es necesario
El embrague es muy necesario al manejar, como todo conductor, se sabe que hay que presionarlo para poder poner cada cambio, y antes de la detención total del vehículo para evitar que se pare el motor. Lamentablemente hay un vicio muy común por comodidad, y es nada menos que apoyar el pie en el pedal sin necesidad. Si eres de esos, tranquilo, no eres el único, este es un error muy común sobre todo en los primeros años de manejo.
Por muy leve que sea la presión que se ejerce sobre el pedal del embrague tiene un impacto directo en el desgaste del embrague, por lo cual déjalo de hacer sino deberás ir pensando en un cambio del repuesto.
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Dejar la mano apoyada en la palanca de cambios
Si tu máximo ídolo al volante es Toretto seguramente estás imitándolo, en ese caso te recomendamos que abandones el mal hábito de dejar descansar la mano derecha sobre la palanca de cambios. Esa comodidad aparentemente, afectará en el largo plazo los sincronizadores de la caja de cambios pero más allá de eso, no estás preparado en caso de tener que realizar una maniobra de improvisto. Recordemos que la posición adecuada, es ambas manos sobre el volante.
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Altas velocidades apenas enciendes el vehículo
En esta vida agitada y sobre todo en ciudades donde se puede desplegar altas velocidades a primera hora de la mañana, es una puñalada directa al motor hacerlo, sin que el motor, el aceite y otros lubricantes tomen la temperatura suficiente para hacerlo, provocando la irremediable pérdida de vida útil de tu motor.
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No utilizar el aire acondicionado salvo en verano
Hay muchos expertos que recomiendan muy conveniente encender de vez en cuando el aire frío en otras estaciones que no sean verano. El sistema de aire acondicionado de tu vehículo requiere lubricación en todos sus componentes cada cierto tiempo, está comprobado que un largo periodo sin utilizarlo puede resecar las juntas produciendo pérdidas de gas refrigerante e incluso dañar el propio compresor del aire acondicionado.
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Tu vehículo tiene turbo? Presta atención
Todos los vehículos que tienen turbo deberían deben bajar la velocidad minutos antes de detenerlo, y bajo ningún punto detener el motor de golpe.
A la hora de parar, debes estar al menos un minuto con el motor en marcha para que lubrique los componentes del turbo mientras este, pierde velocidad paulatina y se frena. Recordemos que los vehículos con turbo giran por encima de las 100.000 vueltas por minuto, cuando nos detenemos de golpe el turbo sigue girando, y si no tiene lubricación se dañan los componentes.