Le daban ataques de ira, se convertía en una persona totalmente que no paraba de gritar, insultar, golpear, golpearme y golpear cosas agresivamente".
"Una vez que satisfacía su sentimiento de posesión hacia mí, recién se tranquilizaba porque me trataba igualmente que a un objeto".
"Yo debía bloquearlo reiteradamente porque se pasaba horas agrediéndome verbalmente, gritándome y desvalorizándome".
"Se aparecía en mi casa con la excusa de que teníamos que hablar y justificaba su violencia hacia mí diciendo que yo lo había hecho enojar".
Con esas palabras, Nahir Galarza (19) definía la relación que tenía con Fernando Pastorizzo (20), a quien asumió haber matado de dos disparos en una calle de Gualeguaychú.
Es parte de un diario íntimo y personal, que la joven habría escrito "de puño y letra" durante 2017. Se difundieron dos páginas que corresponden a un cuaderno entero y la mitad de otro, que estaban guardados entre la ropa de su placard.